A 940 metros sobre el nivel del mar, nuestras plantas crecen en un suelo entre pedregoso y arcilloso que les da la bienvenida. Con una orientación norte-sur, las vides se desarrollan al espaldero, sistema de conducción de la planta que aprovecha de mejor forma la luz solar y que nos asegura una uva sana y fuerte.
Los Reartes pertenece a un cordón serrano de orientación N-S, con lomas de altitud variable, pendientes onduladas y levemente onduladas. Esta formación está compuesta principalmente por granitos a profundidades de entre 15 y 40cm, lo que le da al suelo una capacidad de drenaje excelente. En la cresta de la loma la capa superficial del suelo tiene valores importantes de materia orgánica por la nula explotación agrícola ganadera de estos predios. Los vientos con orientación Norte y en menor medida Sur le dan una continua ventilación a la canopia de los viñedos, disminuyendo sensiblemente las enfermedades. La altitud del terruño le da, aún en verano, grandes amplitudes térmicas que posibilitan una maduración más equilibrada de las bayas, acentuando la concentración de componentes enológicos característicos de vinos de alta gama.